El clásico rosarino sin su maestro: La ausencia de Miguel Ángel Russo marca esta edición histórica

El clásico rosarino siempre tiene sus protagonistas, aquellos jugadores que, aún sin ser titulares, pueden definir un partido con un destello. Ignacio Malcorra y Juanchón García son esos nombres que todos mencionan, mientras que las miradas se centran en lo que harán Marco Ruben y Ever Banega. Sin embargo, esta edición del clásico quedará marcada no por quienes están, sino por quien ya no estará. El hombre al que Rosario Central le debe tanto, y cuya ausencia será profundamente sentida: Miguel Ángel Russo.

El adiós de un ícono canalla antes del clásico número 13

El destino quiso que el clásico número 13 llegara sin uno de sus grandes protagonistas. Miguel Ángel Russo, un nombre sinónimo de éxito y estabilidad para Central, renunció tras la derrota ante Unión, dejando un vacío que será difícil de llenar. Su salida no es solo la de un entrenador más; es la partida de un estratega que supo ganarse un lugar en la historia del club con un título bajo el brazo y, sobre todo, con una racha histórica ante Newell’s. Russo jamás perdió un clásico como técnico de Central, con un registro impresionante de siete victorias y cinco empates en 12 encuentros. Un legado que quedará en la memoria de los hinchas y en el corazón del Gigante de Arroyito.

Un clásico sin su amigo fiel

Este sábado, el Gigante de Arroyito vivirá su primer clásico sin el hombre que siempre estuvo presente en las buenas y en las malas, el entrenador que supo darle al hincha canalla la alegría de superar una y otra vez al rival de toda la vida. Russo no solo se ganó el respeto por sus logros, sino también por su capacidad para manejar la presión de un clásico que define tanto más que un partido. Su ausencia será sentida en cada rincón del estadio, en cada gesto de los jugadores que alguna vez dirigió, y en cada hincha que supo vibrar con sus victorias.

Un legado que perdura en el corazón de Central

Aunque Russo ya no estará en el banco, su influencia se sentirá en cada rincón del Gigante. Sus enseñanzas, su sabiduría y su forma de entender el fútbol y la vida se mantienen presentes en el equipo que dejó. El legado de Russo no se mide solo en títulos o en estadísticas, sino en la huella que dejó en un club que, bajo su mando, vivió momentos imborrables.

El gran ausente de un clásico histórico

Este clásico quedará marcado no solo por las actuaciones de Ruben, Banega, Malcorra o Juanchón García, sino por la ausencia de un hombre que lo dio todo por Central. Miguel Ángel Russo no estará en el Gigante, pero su espíritu acompañará a cada hincha que, sin duda, le rendirá homenaje desde las tribunas. Porque en un partido donde los nombres cambian, el legado de Russo permanecerá inalterable, como un recordatorio de lo que significa llevar los colores de Rosario Central con orgullo y pasión.

La pelota rodará, los jugadores darán todo en la cancha, pero la figura de Russo, el gran ausente, estará presente en cada rincón del Gigante, como el hombre que jamás dejó de creer en su equipo y que, incluso en su ausencia, sigue siendo parte vital de la historia de este clásico inolvidable.