Newell’s Old Boys sigue sin poder levantar cabeza en la Liga Profesional de Fútbol. Esta vez, cayó en su visita a Gimnasia de La Plata por 1-0 en un partido en el que los errores defensivos y la falta de reacción le pasaron factura. Con esta derrota, la Lepra acumula cinco partidos sin victorias, con cuatro derrotas —tres consecutivas— y un empate. El gol tempranero de Rodrigo Castillo, a los nueve minutos, fue suficiente para que el equipo rosarino se quede otra vez con las manos vacías y continúe en el penúltimo lugar de la tabla, solo por encima de Barracas Central.
Un Error, Un Gol: Newell’s Arranca Dormido y Gimnasia Aprovecha
El partido arrancó con pocas emociones, hasta que Gimnasia sacó provecho de una distracción clave de Newell’s en un lateral cerca del área. A los 9 minutos, el Pata Castro ejecutó rápidamente desde la banda derecha y habilitó a Pintado, quien encontró a la defensa leprosa descolocada. El lateral uruguayo lanzó un centro rasante al primer palo, donde Castillo se anticipó con precisión a Salcedo y al arquero Hoyos, poniendo el 1-0 para el Lobo.
Una vez más, Newell’s concede un gol en los primeros minutos de juego, un patrón preocupante que se repitió en sus dos partidos anteriores: frente a Unión a los 8 minutos y ante Huracán a los 10. Esta falta de concentración inicial se convierte en una carga pesada para un equipo que atraviesa uno de sus peores momentos en la temporada.
Dominios y Nervios: Gimnasia Controla y Newell’s Se Desmorona
Tras el gol, Gimnasia se adueñó del mediocampo y sometió a Newell’s a una presión constante, obligándolo a retroceder y buscar refugio cerca de su área. Con el control absoluto de la mitad de la cancha, el equipo platense generó peligro durante casi treinta minutos, con varias aproximaciones claras que casi terminan en el segundo gol. Sin embargo, la falta de eficacia de Gimnasia le dio un respiro a la Lepra, que apenas pudo sostenerse gracias a las intervenciones de Hoyos.
Recién sobre el final de la primera mitad, Newell’s comenzó a mostrar indicios de reacción. Tuvo tres oportunidades claras para empatar, pero el infortunio y la falta de precisión le impidieron alcanzar el objetivo. La primera chance vino de un cabezazo de Salcedo que se estrelló en el palo tras un centro preciso de Banega. Luego, García desperdició un mano a mano, enviando su disparo por encima del arquero Ledesma después de una asistencia de Silvetti. Finalmente, Fernández Cedrés probó suerte desde la media distancia, pero su remate salió desviado. Estos intentos fallidos fueron los pocos destellos de peligro que Newell’s mostró antes de ir al descanso.
Segundo Tiempo con Más Iniciativa, pero sin Ideas Claras
Para la segunda mitad, el equipo dirigido por Lunari intentó cambiar su postura y mostró algo más de agresividad en ataque. Logró conectar mejor a Banega y Miljevic, quienes empezaron a generar algunas combinaciones en busca del empate. No obstante, esta intención ofensiva dejó espacios en la defensa, y Gimnasia no dudó en aprovecharlos para lanzar contraataques que amenazaron con extender la ventaja.
A pesar de la leve mejoría, Newell’s no consiguió encontrar el camino al gol. Faltó precisión, creatividad y convicción en los últimos metros del campo. Cada intento de avance se diluyó entre malas decisiones y un déficit notable en la construcción del juego. Las aproximaciones al área de Ledesma fueron pocas y esporádicas, sin la contundencia necesaria para cambiar el curso del partido.
Expulsiones y Desesperación: Newell’s Se Queda Sin Respuestas
Para complicar aún más las cosas, ambos equipos terminaron el partido con diez jugadores debido a las expulsiones de Vangioni por Newell’s y Garayalde por Gimnasia. Este incidente acentuó el nerviosismo y la falta de claridad en los dirigidos por Lunari, que no encontraron respuestas ni en la táctica ni en el espíritu de sus jugadores. Con esta derrota, Newell’s acumula tres caídas consecutivas y queda sumido en una crisis deportiva que parece no tener fin.
La Tabla y un Futuro Incierto
La Lepra se encuentra en la penúltima posición de la Liga Profesional, solo un escalón por encima de Barracas Central, y la falta de resultados comienza a generar dudas sobre la continuidad de Lunari al frente del equipo. Sin respuestas en el juego y con una defensa endeble que ha concedido goles en los primeros minutos en sus últimos tres encuentros, Newell’s enfrenta una etapa crítica de la temporada, donde la urgencia de sumar puntos se vuelve imperativa.
La hinchada, fiel como pocas, continúa alentando, pero la frustración y el desencanto crecen con cada derrota. Los próximos partidos serán determinantes para definir si el equipo logra salir del pozo o si deberá prepararse para un desenlace aún más sombrío.