
El técnico de Newell’s, Cristian «el Ogro» Fabbiani, volvió a cargar con dureza contra el entrenador de Boca Juniors, Fernando Gago, tras una serie de declaraciones cruzadas que siguen generando ruido en el fútbol argentino. Luego de la victoria de la Lepra sobre Kimberley por la Copa Argentina, Fabbiani no dejó pasar la oportunidad para defenderse de lo que considera una falta de respeto por parte de su colega.
“Yo me defendí de algunas declaraciones del técnico rival. Tantos años jugando al fútbol, hoy me toca ser entrenador, y yo nunca le faltaría el respeto a ningún entrenador. Me sentí tocado«, soltó Fabbiani, con tono serio, en la conferencia post partido. «Cuando se meten con mi trabajo, me salta todavía el jugador. Pero lo tengo que mejorar porque no soy más jugador», reconoció, aunque dejó en claro que el malestar persiste.
El trasfondo del cruce tiene origen en el último partido del torneo Apertura, donde Newell’s venció a Boca en Rosario. Luego de ese encuentro, Gago analizó en conferencia de prensa: “Ellos tenían línea de cinco atrás, más los dos o tres internos que bajaban… Era difícil por el medio”, en referencia al planteo defensivo de Newell’s. Para Fabbiani, esas declaraciones fueron despectivas y minimizaron el mérito táctico de su equipo.
«Creo que el otro día fuimos superiores. Podríamos haber goleado. Pero cuando se meten con mis jugadores y mi trabajo, no me gusta», sentenció el Ogro, visiblemente molesto. Y dejó una diferencia marcada: «Yo reconozco el planteo que me hizo Kimberley y los felicito. Nunca voy a faltarle el respeto a nadie«.
Consciente de la situación deportiva de Newell’s, el DT fue autocrítico, pero también reafirmó su convicción: “Si tuviera más puntos, jugaría de otra manera. Pero hoy hay que ponerse el overol y trabajar. Estoy tranquilo porque sé los códigos del fútbol. Jugué 20 años profesionalmente y respeto el trabajo de todos. Por eso, cuando se meten con lo que amo, respondo”.
Además, Fabbiani fue claro al explicar su postura frente a la polémica: “Las chicanas a mí no me gustan. Si un rival juega mejor que el otro, se reconoce. Es fútbol. Pero lo que no tolero es que se menosprecie el trabajo de otro técnico”. Con esa frase, pareció cerrar cualquier posibilidad de diálogo con Gago: «No hablé ni me interesa. Ya está. Ganamos, sirvió para seguir mejorando y hay que seguir creciendo«.
Por último, al ser consultado sobre si le gusta el estilo de juego del equipo de La Ribera, el Ogro fue tajante: «No sé. Yo miro a Newell’s«.
El cruce deja al descubierto un choque de estilos y personalidades: por un lado, la elegancia analítica de Gago, por el otro, la visceralidad del Ogro, que vive cada partido como si aún estuviera dentro del campo. La rivalidad recién empieza y promete nuevos capítulos si ambos técnicos se cruzan nuevamente en el campeonato.