
Resultó extraño el accionar de Facundo Tello en el estadio Juan Carmelo Zerillo de La Plata. El árbitro del partido entre Gimnasia y Boca se convirtió en el principal protagonista de lo que finalmente fue una suspensión por la lluvia caída sobre la ciudad de las diagonales. Pero sus idas y vueltas fueron llamativas. Tanto que mientras los hinchas de Boca recibieron con buenos ojos la suspensión del match, el resto creyó ver una mano negra.
Primero salió de allí Fabián Rinaudo con cara de pocos amigos. No quiso confirmar lo que habían decidido, pero se lo notó molesto y hasta le tiró una trompada a una puerta.
A esa altura, la suspensión parecía un hecho. Y no faltaban quienes alentaban el rumor de que había existido un llamado de Daniel Angelici exigiendo que el encuentro no se jugara.