
Barcelona logró su séptima Liga en una década, tras vencer 4 a 2 de visitante a la caruña con 3 goles del rosarino.La primera con Ernesto Valverde en el banco y la novena para la cosecha personal de Lionel Messi vestido de azulgrana, goleador del campeón y del torneo.
Los números son incontestables. El juego es otro. Menos brillo, menos supremacía táctica y más necesidad de los rendimientos individuales, Barcelona sacó provecho de dos rachas triunfantes, de un irregular comienzo del Real Madrid y de un Atlético que no dio el pinet para discutir el liderazgo. La consagración de los catalanes se logró a despecho de la ausencia de Neymar, quien con su huida a París obligó a Valverde a buscar soluciones en un nuevo módulo. Sin el tridente, el 4-4-2 marcó el camino. Suficiente para dominar la Liga, agujero negro en la Champions, el gran lunar de la temporada. La previsible vuelta olímpica también abre la puerta a un futuro impreciso. Se va Andrés Iniesta. El Barca pierde su cerebro. Y si antes hubo que encontrarle soluciones al hueco que dejó Neymar más difícil será la sustitución de Iniesta.
Messi sumó su novena Liga (2005, 06, 09, 10, 11,13,15,16 y 18)