
La Scaloneta brilla en el Monumental con una actuación histórica y responde en la cancha a las provocaciones del rival.
Argentina aplasta a Brasil en el estadio Monumental en un partido que quedará grabado en la memoria de los hinchas. Más allá del inapelable dominio futbolístico del equipo de Lionel Scaloni, el encuentro estuvo cargado de tensión, choques verbales y duelos calientes, en gran parte motivados por las declaraciones previas del brasileño Raphinha, quien había asegurado que su selección le daría “una paliza” al vigente campeón del mundo.
Sin Lionel Messi en cancha por lesión, el equipo albiceleste demostró su jerarquía y dejó en claro que, a más de dos años de la gesta en Qatar, sigue siendo la mejor selección del planeta. Y así lo expresó Rodrigo De Paul después del partido:
«Lo que dijo (Raphinha) queda dentro de la cancha. Hicimos lo que teníamos que hacer, nunca le faltamos el respeto a nadie y a nosotros sí nos han faltado el respeto. Nadie nos ayudó», disparó el mediocampista, antes de lanzar una frase que se viralizó de inmediato: «Hace cinco o seis años que venimos siendo la mejor selección de todas. Que nos respeten».
Sin Messi, pero con autoridad absoluta
La ausencia del capitán argentino no pasó desapercibida, aunque el equipo demostró que su identidad futbolística va mucho más allá de un solo nombre. “Creo que los mejores partidos del ciclo Scaloni son cuando está el 10 porque es el más grande de todos, pero el equipo lo hizo muy bien”, analizó De Paul.
El volante también pidió que no se minimice la magnitud del triunfo: «Espero que nosotros y la gente le dé el valor que se merece este partido porque jugamos contra un gran rival. Hay algunos que nos quieren bajar la vara y esta selección es muy grande. No es fácil conseguir esto, hay que darle mucho valor”, remarcó.
Paredes y un cruce picante con Rodrygo
Si algo caracterizó este partido fue el fuego cruzado dentro y fuera de la cancha. Uno de los momentos más calientes se dio cuando el brasileño Rodrygo intentó menospreciar a Leandro Paredes, diciéndole que era “muy malo”. El volante argentino no se achicó y le respondió con una frase que recorrió el mundo:
«Yo tengo una Copa del Mundo y dos Copa América, vos cero».
El mediocampista de la Roma fue claro en su postura sobre las provocaciones previas de Raphinha: «No hay que hablar antes del partido, más cuando después no te da para demostrarlo dentro de la cancha. Nosotros lo demostramos día a día, en los entrenamientos y en todos los partidos”, lanzó con firmeza.
Sobre las declaraciones del atacante del Barcelona, Paredes agregó: “Sí, nos enteramos al toque y comentamos lo que había dicho. Quedó demostrado que siempre que pasaron este tipo de cosas, el equipo da la cara. Nos pasó en el Mundial, en Eliminatorias y hoy también. Seguimos haciendo lo nuestro y lo volvimos a demostrar. Estamos en un buen momento”.
El show del Dibu y el reto de Scaloni
Más allá del juego y los cruces verbales, el cierre del partido dejó una imagen que generó tanto festejos como reproches. Emiliano Martínez, fiel a su estilo, hizo jueguitos dentro del área en los minutos finales, desatando la euforia de los hinchas en Núñez. Sin embargo, desde el banco, Lionel Scaloni le bajó el pulgar con un gesto claro de desaprobación.
El mensaje del entrenador es contundente: más allá de la fiesta, el respeto y la concentración son claves para mantener a la Scaloneta en la cima.
Con este triunfo, Argentina reafirma su dominio en el continente y se encamina con confianza hacia el Mundial 2026, donde intentará revalidar su corona. Brasil, por su parte, se va con más dudas que certezas y con la lección de que, en el fútbol, las palabras deben respaldarse en la cancha.