
En un duelo con más sufrimiento del esperado, Atlético de Madrid venció este lunes por 4-2 al Valladolid en el estadio Metropolitano, por la fecha 31 de LaLiga, y mantiene vivas sus esperanzas en la lucha por el título. Con esta victoria, el equipo de Diego Simeone se aferra al tercer puesto, a siete puntos del Barcelona y a solo tres del Real Madrid, a falta de siete jornadas.
El partido dejó sensaciones encontradas en el público colchonero. Aunque el resultado fue amplio, el último de la tabla complicó y mucho a los de Simeone, que por momentos sufrieron el dominio de un Valladolid atrevido, que no se resignó a su destino pese a la tabla.
El gran protagonista del encuentro fue Julián Álvarez, autor de un doblete desde los doce pasos. El argentino mostró templanza y precisión para abrir y cerrar el marcador desde el punto penal, en momentos clave del partido. Sus goles llegaron al minuto 12 del primer tiempo y al 77 del segundo, cuando el trámite se tornaba peligroso.
En el medio, el Atleti logró capitalizar su peso ofensivo con los tantos de Giuliano Simeone y Alexander Sorloth, quienes aportaron desequilibrio y contundencia cuando más lo necesitaba el equipo. Giuliano, el hijo del Cholo, volvió a tener minutos importantes y respondió con un gol tras una jugada rápida por derecha. Por su parte, Sorloth marcó de cabeza tras un córner bien ejecutado, mostrando una de sus principales virtudes.
Valladolid, lejos de replegarse, salió a jugarle de igual a igual al Atlético. Javier Sánchez descontó tras un rebote en el área a los 39 minutos, y Mamadou Sylla puso el 3-2 parcial a los 65, sembrando el suspenso en el Metropolitano. Por varios minutos, el fantasma del empate sobrevoló el estadio. Solo la seguridad de Oblak en el arco y la inteligencia en los cambios lograron frenar la reacción visitante.
Simeone, que había comenzado el segundo tiempo con visibles gestos de preocupación, apostó por un cierre táctico: reforzó el mediocampo con la entrada de Witsel y volvió a darle minutos a Barrios para recuperar la pelota. Fue entonces cuando Julián Álvarez, nuevamente desde el punto penal, selló el definitivo 4-2 y desató el alivio en las tribunas.
Con esta victoria, el Atlético llega a 64 puntos, aún detrás del Madrid (67) y del líder Barcelona (71), pero con la ilusión intacta. El calendario no da margen de error, pero la entrega y el carácter del equipo parecen estar a la altura del desafío.
Para Valladolid, el panorama es cada vez más crítico. El equipo dirigido por Paulo Pezzolano continúa último en la tabla y, pese a mostrar intenciones ofensivas, sigue pagando caro sus errores defensivos. El descenso parece una amenaza cada vez más cercana.