
Un Central sin rumbo: la falta de juego y la derrota ante Huracán
El fútbol es un estado de ánimo, y este Central tenía todos los ingredientes para imponer su fuerza ante el líder Huracán. No obstante, la tarea no era sencilla. Con la efervescencia por los 300 partidos de Russo y el ánimo en alza traído desde Brasil, se esperaba que el equipo pudiera enfrentar el desafío. Sin embargo, el gran interrogante era cómo respondería un equipo con muchos cambios. A pesar del antecedente confiable de Sarmiento, donde el equipo también falló, Central no logró encontrar su juego y terminó pagando con una derrota.
Un primer tiempo sin brillo
El primer tiempo se acercaba a su fin cuando Malcorra se paró frente a la pelota en un tiro libre frontal. Si el balón pasaba la barrera, sería el primer remate al arco. No fue así. Esta situación puntual es una clara representación de la anemia futbolística del equipo. Central mostró un cúmulo de intenciones, pero su desempeño fue intrascendente y débil, algo impropio de un equipo que venía de tres encuentros con resultados en alza.
Cambios insuficientes y falta de alternativas
En un partido donde Russo podría haber realizado dos o tres cambios en el entretiempo, sólo hizo uno (Coronel por Martínez), y el plan de buscar otras alternativas en el complemento tampoco resultó. Lo mejor de Central se vio entre los minutos 33 y 35 del segundo tiempo, con algunas situaciones claras pero mal resueltas. Fue un breve momento de entusiasmo para los hinchas, pero no suficiente para cambiar el rumbo del partido.
El envión anímico que no fue
La incapacidad de Central para apoyarse en el envión anímico fue evidente. Después de lo sucedido en Brasil, se esperaba al menos un intento de ir con más enjundia, incluso cometiendo errores. Sin embargo, el equipo mostró una falta de fútbol y convicción que resultó letal. Hace pocos días, un equipo con pocos habituales titulares en cancha resolvió el partido ante Sarmiento en poco más de 30 minutos. Esta vez, frente al líder del torneo, Central hizo todo demasiado fácil para su rival. No logró acorralar a Huracán ni futbolística ni emocionalmente.
Conclusión: una derrota que deja mucho por reflexionar
La derrota ante Huracán dejó en evidencia las falencias de Central. La falta de juego y de convicción fueron determinantes en un partido donde se esperaba más del equipo. Con un líder enfrente, Central no supo aprovechar su envión anímico ni plantear un juego sólido. Ahora, el desafío será corregir los errores y encontrar el camino para volver a los buenos resultados.