
Mientras el fútbol argentino profesional enfrenta desafíos en lo deportivo, económico y organizativo, la Copa Potrero, impulsada por Sergio «Kun» Agüero, emerge como un fenómeno que combina pasión amateur, exprofesionales y un atractivo premio económico. Esta comparación expone las grietas en el sistema local y plantea interrogantes sobre el rumbo del fútbol en el país.
Premios que generan debate
En el plano profesional, el fútbol argentino parece quedarse corto en lo económico. Aunque la AFA, liderada por Chiqui Tapia, no ha oficializado las cifras para los campeones de la Liga Profesional 2024, se estima que será similar a los 500.000 dólares entregados a Estudiantes por ganar la Copa de la Liga.
Por otro lado, el campeón de la Copa Argentina, al sumar los premios de todas las fases, podría alcanzar alrededor de 140.000 dólares, incluyendo los 70.000 dólares de la final. Sin embargo, estas cifras palidecen frente a las que ofrecen torneos en países como Brasil, o incluso ante competencias de menor perfil profesional como la Copa Potrero.
El impacto de la Copa Potrero
El certamen organizado por el Kun Agüero y transmitido por ESPN destaca no solo por su propuesta de fútbol 7, sino también por los premios en juego:
- Campeón: 210.000 dólares.
- Subcampeón: 50.000 dólares.
- Tercero y cuarto lugar: 25.000 dólares cada uno.
- Quinto lugar: 10.000 dólares.
- Premios adicionales como automóviles.
Con un total de 350.000 dólares, supera ampliamente a la Copa Argentina y ofrece una alternativa económica que resulta sorprendente para una competencia que combina jugadores amateurs, influencers y exprofesionales.
Exprofesionales y la polémica
La presencia de figuras como Ariel Ortega, Carlos Tévez, y Mauro Zárate, junto a jugadores como José Sand, Gonzalo Bergessio o Brian Fernández, ha generado polémica. Algunos de ellos aún tienen vínculos contractuales con clubes profesionales, lo que llevó a sanciones y rescisión de contratos en ciertos casos.
Además, influencers y streamers amplifican la visibilidad del torneo, generando un fenómeno en redes sociales que contrasta con el bajo atractivo del fútbol argentino profesional, caracterizado por arbitrajes cuestionables, canchas en mal estado y un torneo poco emocionante.
Reflexión sobre el sistema
El modelo de la Copa Potrero, respaldado por la figura del Kun Agüero, plantea preguntas sobre el futuro del fútbol argentino. ¿Es sostenible que un torneo amateur supere en premios a las competencias más prestigiosas del país? ¿Por qué el fútbol profesional, a pesar de su historia y peso cultural, no logra atraer mejores patrocinios o generar mayor interés económico?
Mientras la Selección Argentina sigue brillando en el ámbito internacional, el fútbol local enfrenta una encrucijada. Las comparaciones con la Copa Potrero evidencian la necesidad de reformas profundas, tanto en la gestión económica como en la organización deportiva, para devolver al fútbol argentino profesional el lugar que merece en el panorama global.