
La noticia del fallecimiento de Omar Arnaldo Palma ha sumido en el dolor a toda la familia de Rosario Central y a aquellos que alguna vez disfrutaron de su talento dentro de una cancha. El Negro, ídolo indiscutido de Central y uno de los máximos referentes de la historia del club, falleció tras sufrir un Accidente Cerebrovascular (ACV) que lo mantuvo ocho días internado en terapia intensiva. La tristeza y el pesar se sintieron en cada rincón de Rosario, donde el legado de Palma se mantiene vivo en el corazón de los hinchas.
En respuesta al inmenso cariño que el pueblo canalla siempre le tuvo, el club Rosario Central ha dispuesto que el velatorio del Negro se realice en un escenario que le fue tan familiar como glorioso: el estadio Gigante de Arroyito. Este martes 8 de octubre, desde las 16 hasta las 22, y el miércoles 9, de 7.30 a 9.30, los hinchas podrán acercarse al salón Centenario del estadio para darle el último adiós a uno de los jugadores más emblemáticos que vistió la camiseta auriazul.
Un homenaje a la altura de un ídolo
La noticia fue difundida a través de las redes sociales del club, donde se extendió la invitación a todos los hinchas: «Informamos que el velatorio de Omar Palma se realizará este martes 8 de octubre en el salón Centenario del Gigante desde las 16 hasta las 22 y este miércoles 9 de 7.30 a 9.30. Invitamos a todo el pueblo canalla a darle al Negro una afectuosa y respetuosa despedida, a la altura de la gloria que nos dio vistiendo la camiseta más linda del mundo. El ingreso será por la puerta 6 del estadio».
Con esta acción, Rosario Central busca rendir un tributo a uno de los jugadores que marcó una época en el fútbol argentino. Palma fue un símbolo de entrega, habilidad y amor por la camiseta, y su partida repentina dejó un vacío en la vida de los hinchas. A través de esta ceremonia, el club brinda a la familia del Negro y a los fanáticos la posibilidad de despedirlo en el lugar donde escribió algunas de las páginas más gloriosas de la historia canalla.
Un legado imborrable
La inesperada partida de Omar Palma conmocionó no solo a los hinchas de Central, sino a todo el fútbol argentino. Las redes sociales se llenaron de mensajes emotivos, recordando la carrera del Negro y su influencia tanto dentro como fuera de la cancha. A lo largo de su vida, Palma se ganó el respeto y el cariño de fanáticos de diversos clubes, quienes reconocieron su humildad y grandeza.
Palma fue un jugador que se destacó por su visión de juego, su capacidad goleadora y su liderazgo en momentos decisivos. Debutó en Rosario Central en 1979 bajo la dirección de Ángel Tulio Zof, y rápidamente se convirtió en un referente del equipo. Su nombre está indisolublemente ligado a títulos como el Torneo Nacional de 1980, la Primera B de 1985, el campeonato de Primera División de 1986-87 y la Copa Conmebol de 1995. Además, fue el artífice de momentos inolvidables, como su gol en la final de ida contra Racing de Córdoba en 1980, o el penal convertido en la definición contra Atlético Mineiro en 1995.
El último adiós en el Gigante de Arroyito
La decisión de realizar el velatorio en el Gigante de Arroyito es un gesto que refleja la profunda conexión que existía entre Palma y Rosario Central. El estadio fue testigo de innumerables hazañas protagonizadas por el Negro, y ahora será el lugar donde los hinchas podrán despedirlo por última vez. La entidad ha dispuesto todo para que el homenaje esté a la altura de la figura que Palma representó para el club.
El ingreso será por la puerta 6 del estadio, permitiendo que los fanáticos se acerquen para rendirle tributo a quien fue no solo un jugador excepcional, sino también un hombre de valores que siempre mantuvo su amor incondicional por el club.
El fallecimiento de Omar Palma deja una huella imborrable en la historia de Rosario Central. Más allá de los títulos y los logros deportivos, su legado está en el cariño y respeto que despertó en generaciones de hinchas. Su nombre será recordado por siempre, y su figura permanecerá como un faro que guiará a los futuros jugadores del club.