
El presente glorioso de la Selección Argentina, campeona del mundo en Qatar 2022 y bicampeona de América, tiene sus raíces en una fecha clave: el 10 de enero de 1995. Ese día, José Néstor Pekerman debutaba como entrenador del seleccionado Sub-20 en el Sudamericano de la categoría, dando inicio a un ciclo que cambiaría para siempre la historia del fútbol argentino.
El nacimiento de una era
Pekerman llegó a la estructura de selecciones juveniles el 21 de septiembre de 1994, tras presentar un proyecto que convenció a los dirigentes de la AFA. Elegido por encima de referentes como Carlos Griguol y Jorge Bernardo Griffa, el Profe asumió con el desafío de transformar una estructura desorganizada y estigmatizada. La clásica revista El Gráfico reflejaba el desconocimiento generalizado con una pregunta que tituló su artículo: «¿Quién es Pekerman?»
Pese a las dudas iniciales, Pekerman construyó un modelo revolucionario que fue más allá de los títulos. Cambió el paradigma de las selecciones juveniles, transformándolas de problemáticas e impredecibles a confiables y admiradas en todo el mundo. «Al principio no se podían hacer amistosos porque no éramos confiables. Ahora es al revés: nos pagan cachet porque quieren imitar nuestro camino», recordó el técnico años después.
El estreno y el Sudamericano de 1995
El debut oficial de Pekerman ocurrió en el Sudamericano Sub-20 disputado en La Paz. Con un equipo base formado por Joaquín Irigoytía, Gustavo Lombardi, Juan Pablo Sorin, Ariel Ibagaza y Leonardo Biagini, entre otros, Argentina alcanzó el subcampeonato. Tras un empate inicial ante Bolivia, venció consecutivamente a Perú (2-0), Ecuador (1-0), Venezuela (2-0), Chile (3-1) y nuevamente Ecuador (2-0). La final fue un duelo cerrado en el que Brasil se impuso por 2-0.
Sin embargo, este torneo fue solo el primer paso. Apenas tres meses después, el equipo de Pekerman logró la revancha en el Mundial Sub-20 de Qatar, donde derrotó a Brasil por el mismo marcador en la final. Así se plantó la piedra fundacional de un proceso que cambiaría la historia moderna de la Albiceleste.
Un ciclo de títulos y formación
El período de Pekerman, que se extendió hasta 1998 en juveniles y se retomó entre 2004 y 2006 con la Selección Mayor, dejó una cosecha impresionante de trofeos. Entre ellos destacan los Mundiales Sub-20 de 1995, 1997 y 2001, los Sudamericanos Sub-20 de 1997 y 1999, los Juegos Panamericanos de 1995 y el Torneo Esperanzas de Toulon de 1998.
Pero su mayor legado fue la formación de jugadores y entrenadores que seguirían marcando la historia del fútbol argentino. Entre ellos, Lionel Scaloni, Walter Samuel, Pablo Aimar y Roberto Ayala, quienes integran el actual cuerpo técnico de la Mayor y son herederos directos de la filosofía que Pekerman instauró.
El impacto duradero en la Selección Argentina
La influencia del Profe no se limita a los títulos. Su enfoque integral en el desarrollo de talentos y valores se reflejó en generaciones de futbolistas que brillaron tanto en juveniles como en la Mayor. Pekerman no solo formó jugadores, sino también líderes y entrenadores que continuaron su legado.
El presente glorioso de Argentina, con títulos en la Copa América, la Finalissima y el Mundial de Qatar, es un testimonio directo de las bases que Pekerman construyó hace casi 30 años. Su trabajo convirtió a la Selección en un modelo a seguir en todo el mundo, y su impacto sigue latente en cada éxito del equipo nacional.