
El capitán de la Selección Argentina no descarta estar en la próxima Copa del Mundo, pero advierte que dependerá de su rendimiento y condición física
Lionel Messi no esquiva el tema. Sabe que el planeta fútbol se pregunta si llegará al Mundial de 2026, y aunque no confirma su presencia, tampoco cierra la puerta. A sus 37 años, el capitán de la Selección Argentina habló sobre su ilusión y las dudas lógicas que surgen pensando en una cita mundialista que lo encontraría con 39.
«Obviamente que pienso en el Mundial y en poder estar, pero tengo que ser sincero conmigo mismo para saber si puedo o no», expresó Messi en una entrevista para un canal de streaming. Con la serenidad que lo caracteriza y lejos de las frases grandilocuentes, dejó claro que su presencia dependerá, sobre todo, de cómo se sienta en lo físico durante los próximos meses.
“Está lejos, pero pasa rápido”
El 10 también reflexionó sobre la velocidad con la que pasan los años en el fútbol. «Si te ponés a pensar, está lejos, pero al mismo tiempo, pasa rapidísimo. Este año para mí va a ser importante: jugar con continuidad, sentirme bien. El año pasado arranqué y tuve lesiones. Este año hice una buena pretemporada, arranqué bien y me siento bien», explicó, aludiendo a su presente en el Inter Miami y a la necesidad de mantener la regularidad para sostener el nivel competitivo.
Reconocimiento para Scaloni y la “era dorada”
El crack rosarino también hizo un repaso sobre la transformación de la Selección desde aquel golpe ante Francia en Rusia 2018. “Se terminaba una generación, una etapa. Aparecieron jugadores que no eran tan reconocidos, de tanto nombre. El técnico fue muy inteligente… no sólo a la hora de preparar los partidos y afrontar las competencias, sino en el armado del grupo y la manera de manejarlo. Hizo algo extraordinario en ese sentido”, aseguró.
Messi no oculta su admiración por Lionel Scaloni, el técnico que logró reconstruir la identidad del equipo nacional y lo llevó a conquistar la Copa América 2021, la Finalissima 2022, el Mundial de Qatar y la Copa América 2024, una gesta histórica que puso al conjunto albiceleste en la cima del mundo.
Los cimientos de una era ganadora
El 10 también se remontó a la Copa América 2019 como punto de partida de este ciclo glorioso: «Después de la Copa América de 2019 se empezó a hacer un grupo muy unido. De a poquito, empezamos a encontrar el juego. Quedamos afuera con Brasil, pero siendo superiores. Nos quedamos con la sensación de que nos habían quitado algo».
Esa competencia en Brasil fue clave: dejó heridas, pero también enseñanzas. El grupo se consolidó, y a partir de allí, la Selección empezó a construir una mentalidad competitiva que la llevó a convertirse en campeona de todo.
El recuerdo del Dibu y el cruce con México
Como no podía ser de otra forma, Messi también recordó dos momentos icónicos del Mundial de Qatar. El primero, la atajada salvadora de Emiliano “Dibu” Martínez en el tiempo suplementario de la final ante Francia: “Era una locura si nos hacían ese gol. No viví tanto esa jugada porque fue muy rápida. En algún momento te tiene que aparecer esa suerte… en este caso no fue suerte, fue el Dibu. A veces también te tiene que salvar el arquero”.
El otro episodio que volvió al presente fue el partido clave ante México, por la segunda fecha de la fase de grupos. Argentina había caído con Arabia Saudita y estaba obligada a ganar. Messi marcó el primero y encaminó un triunfo vital. Sobre la tensión de ese cruce y la supuesta rivalidad que se generó, fue categórico: “No sé qué pasó, no sé cuándo arrancó esa rivalidad. Yo siempre me sentí muy querido por la gente de México. Nunca le falté el respeto a nadie, creo que ellos se pusieron en una posición de entender una rivalidad con nosotros que no existe, no hay comparación”.
Una historia abierta
Con la clasificación ya asegurada para el Mundial de 2026 que se jugará en Estados Unidos, Canadá y México, el foco está en la preparación del equipo. Messi, pieza clave del proyecto, prefiere no apresurarse. Hará su propio análisis, evaluará su nivel físico y mental, y recién entonces tomará una decisión.
Mientras tanto, el mundo del fútbol sueña con volver a verlo con la camiseta celeste y blanca en una nueva Copa del Mundo. Porque si algo ha demostrado a lo largo de su carrera es que, cuando parece que ya no tiene más que dar, siempre encuentra una forma de reinventarse.