
Argentina volvió a dar un paso en falso. Este, quizás más previsible que el del debut ante Islandia, pero todavía más doloroso. Van apenas dos partidos y el sueño de Rusia 2018 está en jaque. La derrota ante Croacia, tan merecida como dolorosa, deja al equipo con un punto, pendiente de lo que pase mañana entre islandenses y nigerianos, y obligada a vencer el martes, para ver si alcanza el segundo lugar de la zona.
Fue 3-0 y dio la sensación de que pudieron ser más. Todo el desconcierto que hubo en la previa sobre el armado del equipo se reflejó en la cancha. El equipo que dispuso Sampaoli no tenía ensayo, incluyó un marcador de punta que no conoce el puesto, le dio acción a un jugador que entró a la lista de causalidad y que hace dos semanas estaba de vacaciones, rodeó mal a sus mejores hombres y todo eso se reflejó en cancha, más allá de las chances dilapidadas con el partido igualado.