En un partido cargado de tensión y decisiones arbitrales discutidas, Rosario Central se impuso a Talleres por 2-1 en el Gigante de Arroyito. El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo logró su segundo gol a través de un penal sancionado vía VAR, en una jugada que generó intensas protestas, pero que finalmente fue considerada correcta.
Otro penal, otra polémica
A los 65 minutos del segundo tiempo, la historia del encuentro cambió por completo cuando el árbitro Yael Falcón Pérez, tras ser llamado por el VAR, sancionó un penal por un claro agarrón de Diego Ortegoza a Enzo Copetti. La repetición no dejó dudas: en una jugada de balón parado desde un córner ejecutado por Jaminton Campaz, Ortegoza terminó levantándole la camiseta a Copetti en pleno forcejeo dentro del área. Esta acción no solo significó el penal, sino también la segunda amarilla para el defensor cordobés, que dejó a Talleres con diez jugadores.
Ignacio Malcorra, el encargado de ejecutar ambos penales en el encuentro, no perdonó. El mediocampista volvió a colocar la pelota en el mismo ángulo que en el primer penal, imposible para el arquero Guido Herrera, que se tiró igual que en la primera ocasión pero nuevamente no pudo evitar el gol.
Talleres y las suspicacias arbitrales
Esta derrota de Talleres llega en un contexto complicado para el club cordobés, que venía de caer ante Boca en un partido igualmente envuelto en la polémica. En ese encuentro, el primer gol de Boca fue cuestionado, ya que la jugada previa mostraba que el balón había salido del campo antes de que Brian Aguirre anotara. El presidente de Talleres, Andrés Fassi, había manifestado públicamente su descontento y denunció lo que consideraba fallos arbitrales en contra de su equipo. Ahora, con dos penales cobrados en su contra ante Central, las suspicacias volvieron a surgir entre los hinchas de la «T».
Sin embargo, ambos penales en el partido contra Central parecieron claros. El primero, sancionado a los 28 minutos del primer tiempo, fue una falta sin discusión de Federico Girotti sobre Damián Martínez. Yael Falcón Pérez, en una excelente posición, no dudó en sancionar el penal de inmediato. La falta fue cometida cuando Martínez se internaba en el área tras un centro, y la infracción fue clara. Malcorra se encargó de ejecutarlo, poniendo a Central en ventaja por 1-0.
Talleres no se rinde, pero Central aprovecha
Pese a la desventaja inicial, Talleres no se rindió. Apenas tres minutos después del primer penal, el conjunto cordobés logró el empate gracias a una excelente jugada colectiva que terminó con un potente disparo de Ramón Sosa, quien venció al arquero Jorge Broun para poner el 1-1 parcial. El partido se tornó de ida y vuelta, con ambos equipos generando oportunidades, pero fue Rosario Central quien aprovechó mejor las circunstancias y las decisiones arbitrales.
El segundo penal, a los 65 minutos, selló el destino del partido. A partir de la expulsión de Ortegoza, Talleres se vio obligado a jugar con diez hombres, lo que limitó sus opciones de ataque y dejó a Central con el control del encuentro. El equipo local supo gestionar la ventaja y mantener el marcador hasta el final, asegurando una victoria clave en su lucha por los primeros puestos de la tabla.
Las secuelas de la derrota
Para Talleres, esta derrota deja un sabor amargo no solo por el resultado, sino por la sensación de que las decisiones arbitrales han sido un factor determinante en sus últimos partidos. Sin embargo, a diferencia del encuentro ante Boca, donde la polémica giró en torno a un error evidente, en este partido las revisiones del VAR respaldaron ambas decisiones del árbitro. Los cordobeses deberán replantear su estrategia y buscar mejorar en los próximos encuentros para no perder terreno en el campeonato.
Por su parte, Rosario Central sigue demostrando que es un equipo sólido, especialmente en su casa. Con esta victoria, el conjunto canalla se consolida en la pelea por los puestos de vanguardia, con un Malcorra inspirado y un equipo que sabe aprovechar las oportunidades que se le presentan.