El clásico rosarino vuelve a teñirse de azul y amarillo. En un Coloso Marcelo Bielsa colmado, Rosario Central venció 2-1 a Newell’s con goles de Gaspar Duarte y Jaminton Campaz, mientras que Ever Banega descontó para la Lepra, que no pudo torcer la historia en casa.
Primer tiempo: un blooper, un gol y mucha fricción
El inicio del partido fue una batalla en el mediocampo. Newell’s salió con intensidad, presionando alto e intentando dominar con juego aéreo, pero sin éxito. Central, en cambio, sufrió una baja temprana: Facundo Mallo se lesionó a los cinco minutos y fue reemplazado por Juan Cruz Komar, quien cumplió una destacada labor defensiva.
El primer gran susto llegó con un insólito blooper. Kevin Jacob intentó despejar, pero la pelota rebotó en Regiardo y se dirigió directo al arco de Lucas Navas, quien quedó inmóvil mientras el travesaño le negaba un insólito gol en contra a su equipo.
Minutos después, Central capitalizó su oportunidad. Ignacio Malcorra ejecutó un centro quirúrgico, Quintana ganó de arriba y Duarte solo tuvo que empujarla para el 1-0. Newell’s intentó reaccionar, pero lo hizo con más empuje que claridad y Jorge Broun apenas sufrió sobresaltos.
Segundo tiempo: Campaz liquida y Banega da esperanza
El complemento arrancó con cambios en el local: Tabares y Maroni ingresaron por Luciano y Cardozo en un intento de Gabriel Heinze de modificar el rumbo. Sin embargo, el trámite siguió en la misma línea: Central expectante, manejando los tiempos y esperando su momento.
Ese instante llegó con otra pelota parada. Otra vez Malcorra encontró la cabeza de Quintana, que bajó el balón con precisión, y Jaminton Campaz metió una palomita espectacular para estirar la ventaja. El Canalla se abrazaba a una victoria histórica.
Newell’s no bajó los brazos y, en el tramo final, Ever Banega descontó con un remate que ilusionó a la parcialidad local. Pero no hubo tiempo para más.
Triunfo con sabor especial
Con este resultado, Central vuelve a festejar en el clásico y se afirma en la lucha por los primeros puestos. La Lepra, en cambio, se queda con las manos vacías y con muchas dudas sobre su funcionamiento en partidos clave.
Rosario es Canalla, al menos por esta noche.