Lo que hasta hace poco era un Vélez incómodo y resiliente, un equipo más predispuesto a la batalla que al juego fluido, se ha transformado radicalmente. Hoy, el equipo de Liniers se consolida como el mejor exponente de fútbol en la Liga Profesional, dominando la pelota y mostrando ideas claras en cada encuentro. Este cambio lo ha catapultado a la cima del campeonato, consolidándose como el máximo candidato al título a falta de algunas fechas. Tras vencer a San Lorenzo como visitante en la última jornada, el equipo dirigido por Gustavo Quinteros lidera con 30 puntos, cinco por delante de Atlético Tucumán, su escolta más cercano.
Vélez no solo es el equipo que más puntos ha sumado en la temporada (55), sino que también ha demostrado una regularidad y eficacia que lo convierten en un modelo a seguir en un torneo tan impredecible como el argentino. En un campeonato donde “cualquiera le puede ganar a cualquiera”, Vélez ha encontrado una fórmula ganadora que combina juventud, experiencia y un fútbol dinámico.
Una racha que es mucho más que suerte
Desde el receso por la Copa América, Vélez ha jugado diez partidos, ganando nueve de ellos y empatando uno. Esta notable racha incluye una victoria ante San Lorenzo por la Copa Argentina. El único empate, un 2-2 ante Banfield tras estar ganando 2-0, demostró que el equipo también es capaz de aprender de sus errores y volver más fuerte. Lo que queda claro es que lo de Vélez no es una simple racha de buena fortuna, sino el fruto de un trabajo táctico y técnico meticuloso.
Gustavo Quinteros ha sido clave en esta transformación. Bajo su mando, el equipo ha pasado de ser un conjunto que basaba su éxito en el esfuerzo físico y la intensidad, a convertirse en una máquina de buen fútbol. El cambio en la identidad de juego no ha sido casual. Quinteros ha logrado desarrollar una química notable entre los jugadores jóvenes y los más experimentados, creando un equipo que domina la posesión y sabe cómo manejar los partidos.
Un equipo equilibrado y sólido en todas las líneas
El armado del equipo es uno de los grandes aciertos del cuerpo técnico. En cada línea, Quinteros ha sabido mezclar la experiencia con la juventud, logrando un equilibrio perfecto. En la defensa, Emanuel Mammana (28) y Valentín Gómez (21) forman una zaga central sobria y confiable. En el mediocampo, Christian Ordoñez (21) y Agustín Bouzat (30) combinan sacrificio y llegada al área rival, mientras que Claudio Aquino (33) aporta claridad y entendimiento en la construcción de juego.
El poder ofensivo de Vélez también ha sido potenciado. La banda izquierda es un peligro constante gracias al atrevimiento de Thiago Fernández (20), mientras que Braian Romero (33) y Francisco Pizzini (30) son las principales armas de ataque. Romero, el goleador del equipo, ha sido decisivo en varios partidos, mientras que Pizzini aporta velocidad y desequilibrio.
El banco de suplentes también refleja este equilibrio entre experiencia y juventud. En el partido ante San Lorenzo, junto a los experimentados Jalil Elías (28), Santiago Casseres (27) y Michael Santos (31), estuvieron jóvenes promesas como Leonel Roldán (19), Maher Carrizo (18) y los hermanos Álvaro (17) y Francisco Montoro (20).
Un equipo completo que sabe cuándo luchar y cuándo jugar
A diferencia del Vélez que luchaba espalda con espalda en cada duelo, este equipo actual ha aprendido a manejar los tiempos y el balón con inteligencia. Quinteros ha logrado que su equipo se anime tanto a posesiones largas y controladas, como a rápidos contragolpes. Sin embargo, el espíritu combativo no ha desaparecido: cuando el partido lo exige, Vélez sabe cómo pelear cada pelota con intensidad.
Este equipo ha conservado lo mejor de su versión más luchadora, pero ha incorporado una nueva melodía, una fluidez en el juego que le ha permitido convertirse en un equipo mucho más completo y efectivo. El equilibrio entre lucha y buen fútbol es lo que ha llevado a Vélez a liderar el campeonato con autoridad.
De la lucha por el descenso a la lucha por el título
Hace un año, Vélez estaba luchando por no descender, y fue recién en la última fecha de la Copa de la Liga cuando pudo respirar aliviado. Hoy, la situación es completamente distinta. Con una nueva conducción tanto dentro como fuera de la cancha, el equipo sueña con volver a ser campeón después de once años. Queda medio torneo por delante, pero si Vélez sigue en este camino, será muy difícil que se caiga en su carrera por el título.
Regularidad, eficacia, juventud y experiencia. Con estas claves, Vélez se ha convertido en el equipo a vencer en la Liga Profesional, y todo indica que será un protagonista hasta el final del campeonato.